Padres e hijos

Padres e hijos Hoy en día, con el clima se están produciendo cambios muy graves y no estamos preparados para ello. No estamos preparados para admitir como padres que nuestro hijo no tiene futuro. Podemos influir en cosas sencillas: la educación de un niño, cómo va vestido, qué come, y lo hacemos. Sin embargo, también podemos (aún podemos) influir en si tendrá futuro o no. Y en este punto desaparece toda nuestra responsabilidad como padres. Dejamos de ser padres y madres, y nos convertimos simplemente en personas indiferentes porque rechazamos y no queremos admitir que los cambios climáticos ya suponen una amenaza real. Un buen padre es el que realmente se preocupa por el futuro de su hijo. No en el sentido de quién llegará a ser de mayor, sino en el sentido de que tendrá esa oportunidad. Si fuéramos padres verdaderamente solidarios, no tendríamos miedo y asumiríamos esta responsabilidad. Y haríamos todo lo posible por salvar la vida de nuestro hijo. ¿Cómo sucedió que nosotros, la sociedad en su conjunto, hemos llegado a un punto en el que cada persona individualmente parece ser muy solidaria, buena y positiva, mientras que en general, como sociedad, somos indiferentes a los demás y nos apartamos de esta realidad? Padres e hijos Padres e hijos Padres e hijos